Samia Halaby: abstracción, música y resistencia

Hace poco descubrí el trabajo de Samia Halaby, una artista palestina que me dejó profundamente conmovida. Nacida en Jerusalén en 1936, Halaby ha dedicado su vida al arte abstracto, pero su obra va mucho más allá de lo puramente estético. Es una mezcla vibrante de geometría, color, política, memoria y música.

Lo que más me impactó fue su forma de interpretar visualmente la música árabe. Halaby no solo pinta: traduce el sonido en imagen, creando composiciones que se sienten como si bailaran al ritmo de una melodía que no se escucha, pero que se intuye. En sus proyectos de arte cinético y digital, incluso programó sus propias visualizaciones, haciendo que la pintura se volviera movimiento y que el movimiento se volviera emoción.

Esa fusión entre arte y tecnología, entre improvisación musical y abstracción geométrica, me parece profundamente poética. Hay algo en su obra que resuena con mi forma de ver el mundo: el color como lenguaje, el ritmo como estructura, y la imagen como refugio.

Además de su faceta artística, Halaby es también una voz importante en la historia del arte palestino. Su activismo se refleja en muchos de sus trabajos, desde carteles hasta piezas que denuncian la violencia y el desplazamiento. Pero incluso cuando habla de dolor, lo hace con una sensibilidad que abraza, que invita a mirar más allá de la superficie.

Su legado sigue creciendo. En 2024, aunque una retrospectiva suya fue cancelada en Estados Unidos, su obra llegó por primera vez a la Bienal de Venecia, reafirmando su lugar en la historia del arte contemporáneo.

Halaby me recuerda que el arte puede ser resistencia, pero también celebración.

Te comparto uno de los videos que vi y que me hizo descubrirla y ver más de su arte y donde la artista habla de su obra